MASAJE LINGAM

45 MINUTOS 90 EUROS Y UNA HORA 120 EUROS

Son muchos los que confunden los términos de final feliz y masaje lingam, y que cuando oyen comentarios sobre ellos piensan que se está hablando de lo mismo, aunque esta afirmación poco tiene que ver con la realidad.

Los miles de anuncios que nos invaden hoy en día en los portales eróticos, muchas veces falsean lo que el término masaje lingam significa en realidad, y lo asimilan a una vulgar felación acompañada de la expresión “ lingam con final feliz”.

Final feliz, es una expresión de moda entre los anunciantes de sexo, ya sea sexo por internet o bien anuncios de sexo en prensa escrita, un eufemismo utilizado para todo, ya que al fin y al cabo el término indica que se llegará a la eyaculación, independientemente de cuál sea el medio: “El final feliz que tu elijas” relación, francés, manual…poco importa el qué se haga y mucho menos el cómo si finalmente se consigue el buscado clímax. Esto está muy bien, -para los que se conformen con tal cosa, claro- pero aquí el problema radica en confundir un mero “Final feliz” con un auténtico masaje lingam. Aclaremos:  cuando se habla de masajes con final feliz simplemente se está hablando de un mal masaje con una burda masturbación, realizada probablemente por una persona que carece totalmente de cualquier tipo de formación en cuanto a técnicas masajísticas, y que muy seguramente desconoce el placer que un hombre puede llegar a experimentar  con un buen masaje lingam.

La palabra lingam, proveniente del sánscrito y que literalmente significa “báculo de luz”, es utilizada para denominar al pene, y dado que el tipo de masaje sigue técnicas del Tantra, filosofía desarrollada en oriente y especialmente en la India, el masaje mantiene el nombre hindú que nos revela que éste no es un masaje genital cualquiera sino que conlleva unas técnicas propias y particulares. Un masaje lingam tiene varias finalidades: la más espiritual es la búsqueda de una mayor  conexión con quien da el masaje (muchas veces la pareja) y con el entorno, así como la multiplicación de la energía sexual. Las más físicas son alcanzar unas cotas de placer totalmente desconocidas con la práctica de una masturbación común, que se intensifican con la práctica llegando a planos sensoriales superiores y a orgasmos ya no sólo genitales, si no de la totalidad del cuerpo, así como una total relajación.

Vamos, que si pruebas, no busques un “final feliz” cualquiera, busca un auténtico “masaje lingam”, y realmente experimentarás el más feliz de los finales.